En 1735 Leonhard Euler logró dar respuesta al famoso Problema de los Siete Puentes de Konigsberg, un enigma que desvelaba a las grandes mentes de la época pero que a priori poco tenía que ver con la matemática. Sin embargo el razonamiento utilizado por Euler para resolver este célebre problema dio origen a dos ramas de la matemática: la teoría de grafos y la topología. La topología es un tipo de geometría donde está permitido doblar, estirar, encoger y/o retorcer los objetos pero siempre que se haga sin romper ni separar lo que estaba unido (esto implica que la transformación debe ser continua) ni pegar lo que ya estaba separado (la transformación inversa también debe ser continua). ¿Por qué la topología permite estas transformaciones en los objetos geométricos? Pues porque pretende encontrar las propiedades geométricas de los objetos que permanecen inalteradas a pesar de las transformaciones continuas.
Muchas veces el lenguaje técnico matemático hace que las personas pierdan interés en el conocimiento matemático. Si lees el enunciado de casi cualquier teorema entenderás esto, por ejemplo a continuación te presento el enunciado del Teorema de la Curva de Jordan: “Toda curva cerrada simple del plano divide al plano en dos componentes conexas disjuntas que tienen a la curva como frontera común. Una de estas componentes está acotada, que denominamos interior de la curva, y la otra es no acotada, y es llamada exterior de la curva.” En el siguiente video se explica con apropiados ejemplos este teorema de enigmático enunciado para facilitar la comprensión de todos.