lunes, 9 de abril de 2018

LA MAGIA DE LOS NÚMEROS DE FIBONACCI

¿Para qué aprendemos matemática? Obviamente el hecho de conocer y utilizar apropiadamente las operaciones básicas (suma, resta, multiplicación y división) nos permite desenvolvernos en la vida cotidiana, sin embargo la mayoría de las personas adultas no suelen calcular logaritmos diariamente. La matemática es una ciencia cuyos resultados permiten el desarrollo de otras disciplinas científicas, por tanto es sumamente útil. Pero no sería correcto estudiar matemática solamente por sus aplicaciones prácticas, la matemática no consiste solamente en resolver problemas sino que también es disfrutar el hecho de enfrentarnos a una situación enigmática. La matemática debería enseñarse de una forma mucho más inspiradora.

En general todo lo que estudiamos en el sistema educativo pareciera aprenderse para luego repetirlo en un futuro examen, y eso es horrible. Obviamente llega un momento en que los estudios avanzados no suelen ser fáciles, y eso no obliga a comprometernos a estudiar más y más. Pero eso no significa que debamos ver un duro camino cuyo destino es un examen, más bien deberíamos contemplar un dificil laberinto del cual saldremos reconfortados. En el siguiente video Arthur Benjamin nos ilustra el carácter inspirador de la matemática, especialmente de una de las sucesiones numéricas más sorprendentes: La Sucesión de Fibonacci.

(activa los subtítulos del video)

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