Se ha dicho que los niños aprenden a hablar y a caminar con
mucho esfuerzo y que al entrar en la escuela se les exige que se callen y estén
quietos. Una de las características esenciales de los niños es que siempre nos
preguntan “¿por qué?” en su búsqueda por comprender el mundo y luego, al
finalizar la escuela, ya no preguntan, solamente se preocupan por saber la
respuesta correcta en el examen. Estas son dos paradojas de la educación. Hay
quienes creen que la escuela se nos enseña que no somos buenos para casi nada,
siendo que en realidad tenemos talentos naturales para desarrollar.
Ken Robinson cree esto, y a ese talento sumado al interés lo
llama “El Elemento”. En el siguiente video se resume un libro de Robinson que
explica cómo desarrollar dicho elemento para alcanzar la felicidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario